La historia de Torrons Toni i María comienza en el corazón de Jijona (Alicante), cuna del turrón y tierra donde la miel y la almendra se transforman en arte.
A principios del siglo XX, Antonio Ramos Picó y María Llinares Coloma iniciaron su andadura en el oficio, elaborando turrones y dulces artesanos siguiendo las recetas tradicionales transmitidas de generación en generación.
Con esfuerzo, dedicación y pasión por su trabajo, abrieron su propio establecimiento en Alcoy, donde la marca Toni i María pronto se convirtió en un referente por la calidad y el sabor de sus productos.
Tras el fallecimiento de los fundadores, el legado artesanal de Toni i María fue retomado por la familia Sirvent, una saga jijonenca profundamente vinculada al mundo del turrón.
En 1999 se constituyó la empresa L’Obrador de Sirvent S.L., que desde entonces mantiene viva la esencia y la autenticidad de aquellos primeros turrones, elaborados con materias primas de máxima calidad y el mimo característico del trabajo manual.
Hoy, cada tableta que elaboramos es un homenaje a esa tradición centenaria:
almendra tostada, miel pura, clara de huevo y azúcar, trabajados con el mismo respeto y cuidado de siempre, pero con procesos adaptados a los estándares actuales de seguridad y conservación.



En nuestro obrador de Jijona seguimos produciendo de forma artesanal, seleccionando cuidadosamente cada ingrediente para garantizar un resultado excepcional.
Nuestro catálogo combina los sabores clásicos —Jijona, Alicante, Yema tostada o Chocolate con almendras— con propuestas innovadoras como los turrones sin azúcar, grageas y tortas especiales.
Cada producto conserva la autenticidad de su origen:
el sabor de lo hecho a mano, la textura equilibrada y el cariño de un proceso que respeta el tiempo y la tradición.